lunes, 19 de diciembre de 2011

Y morirme contigo si te matas y matarme contigo si te mueres; porque el amor cuando no muere mata, porque amores que matan, nunca mueren.


Y hoy, repasando fotos de hace más de mil años para mí, pero que en realidad son escasos 2, me he dado cuenta de que tanto antes como ahora todo sigue exactamente igual. Que todos necesitamos ese amor incomprendido que raramente alcanzamos; que todos, absolutamente todos, somos humanos, y nos equivocamos como tales. Que todos, nos apoyamos en la música en los momentos difíciles, en los felices, o simplemente queremos expresarnos y la mejor manera para hacerlo son un par de versos de la canción que estás escuchando a solas con los cascos en tu habitación. Y que sí, que los gustos no han cambiado, que yo sigo escuchando tu grupo favorito, que sigo diciendo las mismas frases, que seguimos viendo las mismas películas, que seguimos teniendo el mismo estereotipo de niño perfecto y que sabemos todos, muy pero que muy bien, lo que se siente cuando no eres correspondido. Que tenemos exactamente el mismo grupo de amigos, y que nos gusta hacer las mismas cosas para pasar las tardes, y sí, también a los mismos sitios. También seguimos amando las mismas cosas, los mismos placeres de la vida que nos hacen vivirla de una manera diferente. Que vale, que no somos tan diferentes, y puede que todas las cosas sean casualidades, pero creo que no debo estar tan loca si cuando nuestras miradas se cruzan hay siempre una sonrisa en tu boca y en la mía, y que no hay guiños porque sería demasiado descaro, que con una mirada nos entendemos. Y que creo, que ya me he acostumbrado a pensar diferente, que ya no lloro cuando veo esas cartas viejas de amores que trataban a la eternidad y que ya murieron, que ya no sufro cuando pienso que nada va a seguir siendo lo mismo que antes; pero creo, sinceramente, que mis piernas no pararán temblar cada vez que te cruzo por la calle, ni dejaré de hablar un poco más alto cuando tú estés delante y que me oigas decir que tal vez, no seamos tan diferentes. Aunque sé, que nada será como en los buenos tiempos, yo siempre estaré ahí como la niña pequeña que un día fui, y tú lo sabes.

Aunque no seamos tan diferentes...

No hay comentarios:

Publicar un comentario