lunes, 10 de octubre de 2011

Que sólo entiendo de tu boca. Que yo estoy loco y tú estás loca.




Sin ánimos de nada, en fin, aburrimiento máximo en estos días. Y es que claro, qué hacer si tus amigos están encerrados todo el día en una sala de juegos y tú comiendo pipas? Pues eso, nada. Y es que lo malo de todo esto es que tanto tiempo sin hacer nada sólo me sirve para pensar más en ti. Y es que es estúpido porque sé que quererte me hace daño y yo lo sigo haciendo porque soy imbécil. Es que además sigo pensando y me entran unas ganas de fumar, buf, es como que si haciéndolo me fueras a querer más, porque es algo nuestro, que nadie nos lo quita. Y es que veo a gente fumando y me estreso, y si es que si no fuera por la puta superficialidad de la gente yo sería como esos que veo; encendiéndome un cigarro en cada esquina, aunque me haga daño.Y es que sé que es malo para mí, muy malo, pero es como quererte. Eres tan comparable con una droga... Y es que si te veo me entra la risa floja, me entran sudores, me pasan cosas extrañas por la cabeza, me vuelvo completamente loca, me palpita el corazón que casi se me desboca y me pongo muy nerviosa. También sueles producir en mi muchos cambios de humor; a veces te quiero y otras en cambio mataría si pudiese. A parte de todo eso, cada vez que hablo contigo quiero repetir, y me creas una cierta dependencia. Siento como si cada vez que te pierdo muero y cuando te tengo necesito más y más. Y bueno, cuando sonríes es que se me echa el mundo encima. Es como chutarme tu alegría directamente a las venas. Una sobredosis de tu energía que explota en mi mente cuando tu sonrisa la produzco yo. 


"Aunque creas que te odio, cada vez que te insulte, te ignore o no te mire te estaré queriendo".

No hay comentarios:

Publicar un comentario