martes, 2 de agosto de 2011

Forever and ever.



Hace tiempo yo era una niña feliz que lo tenía todo, lo tenía a él, a ese chico cariñoso y perfecto a mi lado. Por algunas cosas ese chico se alejó de mi lado, y parecía que sería para siempre. Yo a ese chico perfecto cuando estaba conmigo no le daba mucha importancia, pero cuando lo perdí me di cuenta de lo que en realidad había perdido. Del dolor que dejara ese chico, un día pensé, no lo quiero más, no quiero volver a estar con él, no quiero volver a verle jamás. Pero sin saber por qué le seguía esperando. Sería porque en realidad quería odiarle pero lo único que conseguía era quererle cada día más. Pasaban los días y le seguía viendo, aguantando mis ganas de estar con él.
Llegó otra persona a mi vida, aquella con la que pensaba que iba a ser feliz de nuevo. Pasé mucho tiempo intentando quererla y pasarlo bien hasta que lo acabé consiguiendo. Por fin me había olvidado de aquel chico perfecto, y pensaba que solamente era uno más, pero me equivocaba. Yo seguía viendo a aquel chico perfecto con el que una día fuera feliz y creía que ya no me importaba nada, pero en realidad lo seguía queriendo. Me di cuenta que estaba con la persona equivocada, no podía ser feliz y querer a alguien como a aquel chico perfecto. Ese tiempo que no estuve con él me sirvió para darme cuenta de lo que era aquel chico. Era el chico de mis sueños, aquel con el que quería estar siempre y por el que dejaría todo con tal de poder estar a su lado otra vez. Dejé de estar con la persona equivocada e intenté acercarme al chico perfecto, y lo conseguí. Sin saber por qué, el chico se volvió a fijar en mí. Llego el día en el que ese chico, ese chico que lo tenía todo, me dijo que quería volver a estar conmigo. Yo volví a ser esa niña feliz, al lado del chico perfecto y cariñoso, con el que esta vez estaría para siempre.

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